189 km |
Llana |
La cuenca de Aquitania y el ciclo de Wilson |
Ya hemos dejado atrás los Pirineos, y la etapa de hoy llevará a los ciclistas, muy cansados, a través de las colinas ondulantes del sur de Francia. Esta región geológica se conoce como la cuenca de Aquitania, por donde hoy circula el río Garona y sus afluentes. El paisaje del sur de Francia es suave, casi llano, pero la topografía de su subsuelo es espectacular.
La cuenca de Aquitania: tan profunda como la fosa de las Marianas
A lo largo del perímetro norte de la cuenca de Aquitania hay arrecifes de coral de los mares tropicales del Jurásico (hace aproximadamente 180 millones de años), que se formaron justo por encima de los bloques cristalinos del Macizo Central y el Macizo Armoricano. Pero en el punto más profundo de la cuenca de Aquitania, justo al norte de los Pirineos, esa transición del bloque cristalino a las calizas del Jurásico, o las rocas Triásico que se sitúan debajo de las calizas, se encuentra a una profundidad de 11 km En lo alto de los Pirineos encontramos esas mismas rocas cristalinas a 3 km de altura: ¡un desnivel de 14 km! Si comparamos la cuenca de Aquitania es en su punto más profundo tan honda como la fosa de las Marianas, el punto más profundo de la superficie de la Tierra. El monte Everest no llega a 9 km de altura.
El ciclo de Wilson 1: Cuando se rompe un continente
La cuenca de Aquitania es en realidad una serie de cuencas formadas unas sobre otras. Cada una tiene una historia geológica única y en su conjunto nos cuentan la historia de la ruptura y reunificación de dos continentes: el ciclo de Wilson. Las rocas más antiguas de la cuenca de Aquitania que podemos ver en la superficie, las calizas de 180 millones de años en el margen norte y este, se formaron en ambientes marinos muy poco profundos y de aguas tranquilas. Este ambiente casi paradisiaco es engañoso: las líneas sísmicas a lo largo de la cuenca de Aquitania muestran que durante este período se formaron una serie de fallas escarpadas a lo largo de las cuales la corteza se rompió en grandes bloques que se hundieron, cada uno más profundo que el anterior hasta llegar al punto más profundo en el sur de la cuenca. Los procesos de extensión que terminan rompiendo la corteza continental se llaman "rifting". Este es un proceso activo en la actualidad en el Valle del Rift de África Oriental. Las "fallas normales" se formaron en el momento en que Pangea comenzó a romperse. La rotura de Pangea comenzó con la formación del Océano Atlántico Central que separó África de América del Norte. Al norte, el Océano Atlántico Central desarrolló dos ramas, una entre Iberia y América del Norte, que también conectaba con el Golfo de Vizcaya. La otra se adentraba en la región del Mediterráneo occidental, entre África e Iberia y separaba Adria (donde se sitúa la actual llanura del Po) de Europa, justo donde se encuentra el sur de la cuenca Aquitania. Durante un breve tiempo se formó una dorsal centro-oceánica y un pequeño océano que llamamos el Océano de Tetis Alpino. La extensión de la cuenca se detuvo y el agujero que se había formado se llenó de calizas y areniscas procedentes de las rocas de Europa, que representaban un margen 'pasivo' (similar a los márgenes del Atlántico en la actualidad, es decir, sin subducción) de este océano.
El ciclo de Wilson 2: la colisión de los continentes
La litosfera oceánica según envejece se vuelve más densa que el manto de la Tierra y finalmente se hunde (subduce). El proceso de subducción generalmente continúa hasta que un continente localizado en la placa subducente (la que se hunde) choca con un continente en la placa superior (la que no se hunde), y en ese momento la subducción se detiene. En el caso de los Pirineos, la historia de cierre del océano parece ser menos simple que en los modelos de los libros de texto. Tanto el cierre como la apertura de las cuencas se produjeron dos veces. El sistema es tan enigmático que la comunidad científica experta en los Pirineos sigue discutiendo mucho, y a veces acaloradamente, sobre cómo ocurrió exactamente. Lo que sí sabemos es que el proceso de extensión y formación de fallas normales que ocurrió en el Jurásico se repitió en la cuenca de Aquitania hace unos 100 millones de años. Sin embargo, la cuenca oceánica previa que se había formado entre Iberia, el sur de Francia y Adria (Italia) en el Jurásico ya había desaparecido debido a la subducción. La subducción de ambas cuencas condujo a la formación de los Alpes, los Apeninos y, cuando el margen continental de Iberia se sumergió bajo de Francia, los Pirineos. Durante la formación de los Pirineos, la cuenca de Aquitania se convirtió en lo que los geólogos llaman “cuenca de antepaís”. El peso de los Pirineos hizo que la corteza alrededor de la cadena de montañas se hundiera y la depresión resultante se llenó de los fragmentos de roca erosionados desde los Pirineos. Todos esos productos de erosión de los Pirineos forman una sucesión de rocas sedimentarias de 2 km de espesor cuyo volumen es mayor de 50 mil kilómetros cúbicos. Hace unos 25 millones de años se produjo un aumento en la velocidad de sedimentación de estos materiales erosionados desde las cumbres, justo en el momento en el que se detuvo el acortamiento de los Pirineos. Las rocas de esta edad (~20 millones de años) afloran en la superficie en la parte sur de Francia, junto a los Pirineos, y han bautizado con su nombre al intervalo de la historia de la Tierra durante el cual se formaron depositadas, el Aquitaniense (hace entre 23 y 20 millones de años). Y así se cerró dos veces el ciclo de Wilson.
Cuando escribimos este blog, la clasificación general del Tour de Francia 2022 solo estaba en nuestra imaginación. Y en nuestra imaginación un ciclista llamado Wilson debería ser el ganador de hoy.
I am a field geologist that always ends up doing fieldwork in the rainiest moment of the year. I study how the continents shuffled through time, especially in deep past times and how those movements formed mountain belts with their respective 'hors catégorie' mountain passes.
Daniel Pastor Galán
I am a geologist and I study plate tectonics and the driving mechanisms in the Earth’s mantle, mountain building processes, and the geography of the geological past. I enjoy geological fieldworks all over the world, and translating the results to science and a broad public.
Douwe van Hinsbergen