Hielo, viento, ríos, mar y humanidad: la jovencísima geología de La Vuelta-Holanda


 21 etapas - etapa 1, 2 y 3 en los Países Bajos

 

 Comienza en Utrecht, Países Bajos

 

 Avalonia - el continente prehistórico debajo de los Países Bajos

 

En 2022 las primeras tres etapas de La Vuelta a España no discurrirán sobre las viejas y redondeadas montañas formadas hace más 300 millones de años en la peninsula Ibérica, tampoco en los impresionantes y más jóvenes Pirineos (formados entre hace 80 y 20 millones de años) ni a los pies de las recentísimas elevaciones de Sierra Nevada. Este año la Vuelta comienza mucho más al norte, sobre las arenas que cubren un continente prehistórico en los Países Bajos. Avalonia, una antigua gran isla que quedó pegada a Europa durante la formación La Vuelta 2022 starts in The Netherlands, stage 1, 2 and 3de Pangea, está prácticamente cubierta por kilómetros de rocas sedimentarias en todos los Países Bajos debido a procesos de extensión y subsidencia. Para ver las rocas de Avalonia es mejor acercarse a Bélgica, Inglaterera o Irlanda. Entre las rocas más antiguas que cubren este antiguo continente de Avalonia hay unas areniscas con capas de carbón al sur de la provincia de Limburgo (con unos 360 millones de años de antigüedad). Sobre ellos encontramos areniscas del Pérmico (formadas hace unos 270 millones de años) que incluyen los yacimientos gasísticos de Groningen (noreste de Países Bajos, y famoso por los terremotos producidos por la extracción de gas) y lutitas Jurásicas (formadas hace unos 180 millones de años) que contenían petróleo, explotado en el campo petrolífero de Schoonebeek (en la zona de Drenthe, noreste de Países Bajos cerca de la frontera con Alemania). Aún así, estas rocas de millones de años de antigüedad apenas se ven en los Países Bajos: el paisaje holandés es recientísimo. Se formó en su mayoría en los últimos 150000 años durante un casi eterno baile entre los ríos, mar, viento y hielo mientras la tierra bajo Holanda se hundía lentamente.

 

La segunda etapa: la primera subida categorizada

La segunda etapa (Den Bosch-Utrecht) llevará al peloton a través de un límite geológico que durante milenios ha controlado y dividido tanto política como culturalmente a las gentes de los Países Bajos: La Zona del Río. Aunque los Países Bajos son famosos por sus enormes llanuras, al norte de la Zona de Río encontramos un suave pero característico relieve: las colinas de Utrecht, las de Veluwe y entre ellas el valle de Gelderland. En tiempos de los romanos, el norte del río estaba ocupada por las tribus germánicas y desde el siglo XVI ha sido la zona protestante de los Países Bajos (durante el siglo XX, este límite religioso ha dejado de existir). Desde la Zona del Río y hacia el sur todo fue parte del Imperio Romano y permaneció fiel a Roma (católica) tras la reforma protestante.

Seamos francos, las colinas de Utrech, tan marcadas en el excepcionalmente plano paisaje holandés, no van a impresionar a ninguno de los escaladores de la Vuelta. Eso sí, hace 150.000 años esta línea de colinas era una barrera espectacular: las colinas de Utrecht son una morrena terminal de sedimentos de río empujados y desordenados con arenas, arcillas, gravas y bloques de roca. Como leen, empujados. Quizá piensen en empujados por una colisión entre dos continentes. No, estas colinas no son el resultado de la tectónica sino del frío. Al final del Chibaniense (Pleistoceno medio) la glaciación Saaliense, la penultima de las edades del hielo, formó glaciares de cientos de metros de espesor que alcanzaron la parte central de los Países Bajos. La gran masa de hielo arrastró los sedimentos sin consolidar de la Zona del Río, como si fuese un gigantesco “bulldozer”. Los sedimentos arrastrados formaron esas colinas, que además de crear un bonito paisaje de bosques, hoy da lugar a una de las pocas rampas que tienes los ciclistas holandeses y que hoy el pelotón cruzará hasta 8 veces. Estas colinas son algo más empinadas en el noreste debido a la erosión hacia el suroeste. Una de estas rampas, la colina de Amerongen, va a ser el primer puerto categorizado de la vuelta (70 metros de desnivel, 3ª categoría). El valle de Gelderland marca el lugar por el que discurría el glaciar que llegó más al sur. Desde entonces los ríos han serpenteado alrededor de las colinas y circulado través del valle glacial.

 

   Por si quieres ver la región de la Etapa 2 por ti mismo

 

El río gigante con múltiples ramas

De Kromme Rijn and the Gelderse Vallei

Al sur de las morrenas están los ‘grandes ríos’, un nombre peculiar que dan los holandeses a lo que, en realidad, es un solo río el Rin-Mosa y sus efluentes (también conocido como distributario) a través del grandísimo delta que han formado. Cada uno de los efluentes se ha movido, juntado y separado de otros efluentes en el pasado en un sistema dinámico y activísimo. Desde tiempos de los romanos estos ríos se han mantenido aproximadamente estables, no porque la Tierra así lo haya querido, sino por la actividad humana. De hecho, hace unos 900 años los holandeses comenzaron a poner presas, muros y diques a los ríos para frenar definitivamente su migración, y cada uno de estos efluentes recibió un nombre. No es coincidencia que mientras se tabicaban los ríos se comenzase a construir castillos. Antes construir un castillo tenía mucho riesgo, en 50 años aparecerían en medio del río. Hoy entre cada uno de estos ríos, fijados por diques, podemos encontrar los restos de antiguos efluentes abandonados, el final de la etapa 2 está sobre uno de ellos.

              ¿Y cómo saben los geólogos dónde estaban esos efluentes abandonados? El registro sedimentario que dejó el río es la clave. En una zona sin relieve, como la mayor parte de los Países Bajos, no es fácil ver la historia geológica pero se pueden hacer sondeos y ver en la columna de estratos que ha ido dejando el Rin-Mosa durante la formación del delta dónde estaban los efluentes y cuándo se movieron. Las aguas de los ríos fluyen con cierta velocidad, y la energía cinética del agua es capaz de transportar sedimentos finos (limos y arcillas) en suspensión sin que se fijen al suelo del río. Las arenas y gravas, de mayor tamaño y peso, se mueven rodando o con pequeños saltos sobre fondo de los canales de los ríos y forman barras de arena o gravas. Si encontramos en un sondeo capas alargadas de arenas y/o gravas muy probablemente representan el canal de un río abandonado. Si lo que encontramos son limos y arcillas, lo que estamos viendo son las llanuras de inundación de los ríos o las zonas pantanosas entre los distintos canales del delta. Las llanuras de inundación se forman, por ejemplo, cuando hay grandes lluvias o épocas de deshielo rápido como en primavera, el canal del río no puede contener tanta agua y sobrepasa su límite inundando los alrededores del río. En estas zonas, cuando baja el cauce del río las arcillas y limos se hunden y sedimentan. Son áreas generalmente muy fértiles. En los Países Bajos, tras la construcción de los diques y muros de contención de los canales estas llanuras dejaron de inundarse frecuentemente.

 

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Arenas de ríos viejos, niveles de agua más altos que las tierras y pendientes circundantes

Las llanuras de inundación y los antiguos efluentes de los Países Bajos no son geológicamente obvios cuando vas montado en la bici, no se ven bancos de arena ni extensiones de limos. Pero en realidad, si nos fijamos con atención, podemos distinguirlos rápidamente: los centros de las ciudades antiguas se construyeron, casi en su totalidad, sobre zonas ligeramente elevadas en su mayoría por ser grandes barras de arenas formadas en antiguos canales. También las carreteras más antiguas siguen estas barras. Por contra, muchas de las carreteras modernas, como lo son por las que discurren las etapas 2 y 3 de esta Vuelta, se sitúan sobre suelos arcillosos. En los Países Bajos la acción humana sobre la geología y el paisaje es enorme, y aunque estos suelos arcillosos podrían indicar que son zonas fácilmente inundables ya no es así dado que el nivel freático se ha bajado artificialmente a través de bombeos. De hecho, miren en esta etapa, muchas veces los niveles de agua de los ríos y canales holandeses, contenidos por diques, discurren por encima de los campos que los rodean: son los famosos pólder. Algunas pistas para mirar el paisaje holandés con ojos de geólogo: las huertas se sitúan general mente sobre arenas (paleocanales), mientras que los prados lo hacen sobre campos arcillosos y de turberas (antiguas zonas pantanosas). Seguramente pensabas que los Países Bajos eran los países llanos también, cuidado con eso, a veces la pendiente puede alcanzar el ¡0.15%!

 

Bergen op Zoom, La Vuelta 2022 La Vuelta la tercera etapa

La tercera etapa de la Vuelta se mueve hacia el sur de la Zona del Río, en la provincia de Brabante del Norte. Allí el relieve comienza a ser más pronunciado: el muro de Brabante (Brabant Wal o Zoom). Esta elevación no tiene nada que ver con el hielo sino con millones de años de lenta erosión del río Scheldt. El Scheldt, que también ha migrado hacia un lado y otro como todos los ríos con sus meandros, fue capturado por un pequeño torrente de Zeeland (el Scheld occidental) durante la Edad Media. Sobre el Muro de Brabante hay una capa de arcilla que lo protege, una arcilla bastante buena para hacer ladrillos y otras piezas de barro cocido. La mayor parte de las casas de esta zona se han hecho con ladrillos cuya materia prima es esta. Sobre ambas formaciones rocosas se conservan las dunas eólicas de arena procedente del valle del Scheldtd que se formaron durante la última edad del hielo. Allí está ‘Bergen op de Zoom’ una ciudad cuyo nombre significa “colina sobre la montaña”. La mayor parte de la provincial de Brabante, una vez se han superado los 15 metros de elevación del Muro de Brabante consiste en arenas que alguna vez estuvieron cubiertas con turba. Esta turba se explotó como combustible para las calefacciones durante mucho tiempo y apenas quedan depósitos ya. El paisaje arenoso se corta por varios valles de ríos procedentes de Bélgica. No hay grandes montañas ni pendientes. El pelotón, casi con seguridad, permanecerá unido durante toda la etapa y el sprint final parece inevitable. Como en esta etapa, los ríos esprintan en línea recta hacia el mar, conducidos por los diques. Pero sus antiguos cursos tortuosos y entrecortados todavía controlan el paisaje holandés y nos explican la historia, cultura y política de los Países Bajos.

   


 
Douwe van Hinsbergen - Professor at Utrecht University, the Netherlands

Los autores Kim Cohen, Wim Hoek y Douwe van Hinsbergen trabajan en la Facultad de Geociencias de la Universidad de Utrecht. Jeroen Schokker trabaja en TNO (Organización de los Países Bajos para la Investigación Científica Aplicada) en el departamento de Estudios Geológicos.

Kim Cohen, Wim Hoek, Jeroen Schokker, Douwe van Hinsbergen